
Semanita buena ha sido esta. Ha sido el cumpleaños de María, el viernes he hecho el examen de economía. Ha ido bien creo yo. He aprendido más matemáticas que en cualquier otra parte. Una semana para decir que salvo cosas raras ha sido una buena y provechosa. Quizá ha faltado el descanso de otras semanas atrás pero ya se sabe que cuando hay que moverse hay que hacerlo sin parar. De todas formas tampoco ha sido una semana demasiado cargosa. Dentro de un mes estaremos en Perú, si Dios quiere y si Iberia quiere claro, todo hay que decirlo pero creo que si todo va bien asistiremos al acontecimiento del año: la boda de Igni y Carla. Creo que es de lo que más se habla, mucho más que de la crisis o del pequeño tropezón del Barça en Valencia. La semana que viene será algo más complicada. Un examen de matemáticas al cual acudo con más confianza de lo habitual pero del que como siempre no me fío en su totalidad. Y otro, el de estadística, el jueves, que, aunque podría decirse que todo irá bien, habrá que estar al loro después de los pequeños tropiezos y desacuerdos con ciertas actitudes un tanto intransigentes por parte del profesorado. Pero... así es la vida y así se la hemos contado...