Maravillas, la amistad es una de ellas.

Descubrirás las maravillas del mundo y no precisamente esas siete que dicen que hay, ocho o nueve o diez, no. Descubrirás que la maravilla más importante de este mundo es tener amigos. Pero no solamente cuando saco los donettes, porque así es fácil tener amigos, excepto a los que no les gustan los donettes, que también les habrá, también está claro. La verdadera maravilla de la amistad consiste en aceptar al amigo tal como es y en los momentos necesarios estar ahí para lo que haga falta sin preguntar porque y porque no. Cada vez que encontramos un amigo así, estamos abriendo un baul con todas las virtudes posibles que salen del corazón; podría parecer raro que un amigo solo sirviera para los casos extremos de ayuda. Un amigo es importante para que el baul tan temido de la soledad no irrumpa en nuestros atardeceres, para que las metas que cada uno se proponga sean mucho más fáciles de alcanzar cuando una buena amistad está donde debe de estar, en el baul de nuestras virtudes y defectos, en el baul donde todos y cada uno de nosotros podemos aplaudir al que mira con nosotros hacia la misma dirección...

Uno menos...

Y pasó, pasó el primero como pasan las cosas que te gustaría que no pasaran pero al fin llega y pasa. Y la verdad que también como ha llegado ha pasado y hasta el próximo. No sé si realmente hemos acertado en la meta que nos habíamos propuesto. Sí es verdad que hemos hecho todo lo que estaba en nuestra manos, y lo que se ha hecho de menos o hayamos dejado sin hacer ya no tiene importancia. Ahora a esperar el siguiente paso y así sucesivamente. Esta vida es pasar de aquí para allá, con lo bueno, con lo malo y con lo que realmente no sabemos si es bueno o malo hasta que lo hemos catado, sentido en nuestro propio cuerpo o hemos esperado a que alguien nos haga de conejillo de indias para ver que pasa... Así es la vida y como decía aquel, así se la hemos contado...

Tres baules por abrir...

Hacía tres días que no abría ningún baul. Creo que ya era hora de que volviera a abrir alguno. El baul del miedo a la soledad, el baul de no ser quien creo que soy, el baul de querer ser más que ser. Estos baules me llenan de intranquilidad. No es posible que no me haya dado cuenta de que estos baules se abren muchas veces. Se dejan abiertos y uno piensa que así es mejor pero en el fondo no queremos esos baules, nos dan pánico, nos llenan de preguntas, nos hacen suponer que podríamos llegar a ser egoístas. Es mejor cerrarlos. Es mejor no darse cuenta de que están ahí, no sea que nos hiciesen más daño. Es verdad que necesitamos sentirnos protegidos contra cualquier baul que nos impida seguir con el normal funcionamiento del día a día. Necesitamos sentirnos cobijados ante los baules extraños que pretenden abrirse sin que les hayamos dicho nada o pasa y ábrete... Así es el día a día, el caminar por esta vida, el saber que el tiempo que nos da está bien aprovechado y que no queremos baules que nos inunden nuestro valle de lágrimas...

Ya llevo unos días...

Llevo ya unos cuantos días escribiendo en este blog y la verdad es que le he cogido cariño. Veo que, aunque haya pocos comentarios, que por otra parte, parece que para poner uno casí tienes que haber estudiado ingeniería, el blog va siguiendo su ritmo. Creo que escribir comporta libertad de acción y decisión. Te puedes mover más libremente escribiendo y dando tus propias opiniones de este mundo que nos rodea. Es un buen invento este del blog pues te permite expresarte con toda libertad. Te permite comunicarte con el exterior lo que llevas en el interior. En algún baul que ahora no recuerdo he dejado el papel y el lápiz. Desde ahora esta forma de liberarse sin despistarse ni dispersarse es la mejor que he encontrado y espero que así sea por un largo tiempo. Creo que todos debiéramos poder plasmar en estos lienzos las pinceladas de la vida, los recuerdos más impactantes, lo que la vida nos cuesta y lo que admiramos de ella...

Deme algo para los exámenes...

Cuenta la leyenda que después de un viernes viene el sábado. Esta leyenda urbana ha llegado a nuestros días y por eso el viernes es el quinto día de la semana antes del sábado y el domingo. Puede parecer raro el estar hablando de días de la semana tan alegremente pero es que hoy me he acordado de que ya falta menos para que vengan los exámenes que faltan y claro, me he puesto de todos los colores. He pensado que queda menos de una semana y ya los tenemos aquí. No sé como van a ir las cosas pero dado los tiempos que corren no puedo asegurar ni sí ni no ni una cosa ni otra. Los exámenes, esos bichitos peludos que recorren las universidades, colegios e institutos; son como una plaga, en la que no hay insecticida posible. Ni se puede ir en avión fumigando las clases como aquel que rocía los campos ni nada que se le parezca. A sí pues la única solución es aprobarlos, que no probarlos, pues eso sería comérselos y no es cuestión, claro. El aprobarlos es una manera de quitárselos de encima y así quitarse esa plaga de encima de una vez y poder hacer como yo que los encierro en un baul...

La noche del fénomeno...

La noche del ciclón era una noche cerrada. No había ni una estrella, todo eran nubarrones negros que ni incluso podían verse en un cielo tan oscuro y cerrado. Las previsiones eran que venía muy fuerte, un elemento metereológico completamente anormal e ilógico por estos lares. Pero, parece ser, que alguien desde no se sabe donde lo habría soltado y zás: nos lo había traído. Quién nos puede tener tanta tirria y tanto odio para mandarnos una cosa así. No sabía que teníamos enemigos. Qué inocente yo, pensando que estábamos en la tierra prometida y resulta que estábamos donde no debíamos y en el momento más inoportuno. Así pues pensábamos que lo mejor era protegernos del enemigo. Sabíamos que cuando pasara el fenómeno algunos más que otros estaríamos embobados mirando qué era aquello y alguno que otro saldría escaldado según donde estuviera esa noche. Recomendaban que la gente no saliera de sus casas, pero claro, nadie cayó en que era viernes y que muchos tienen esa curiosa manera de vivir la noche que es salir por ahi con sus amigos. Pues bueno allá ellos con su conciencia. Ah, por si el ciclón viene por aquí, le estaré esperando para cuando baje la guardia y no esté vigilante; entonces lo meteré en un baul.

Contabilidad, deme tiempo por favor...

Hoy he entendido porque los exámenes son tan largos, algunos más que otros, claro. Se me ha ocurrido hacer esos modelos que han puesto en la plataforma y más o menos vienen a salir las dos horas y media que están previstas para hacerlo el día 2. Creo que el tiempo que se da es justo pero que si tienes clara la materia lo puedes hacer. Lo único malo es que te quedes en blanco ese día o que haya ciertos aspectos, preguntas o demás que te bloquees y claro, ya pierdes el hilo, no puedes seguir y el tiempo no espera. El tiempo siempre adelante espantándonos con la hora de terminar, con la hora de decir basta, no toquéis el lápiz, el bolígrafo. Todo es muy relativo. El mismo concepto del tiempo es relativo. Cuando pretendes que corra va lento; cuando tienes un examen es implacable. Todo lo relacionamos con el tiempo y así nuestra vida está marcada por un tiempo, una sociedad que necesita tiempo para hacer las cosas, otros que se dan el gustazo de perderlo. en este mundo hay de todo...

Aprovecha ahora que puedes...

De hoy puedo decir dos palabras: día raro; no es normal que me levante tan tarde, eran casi las doce de la mañana con lo que he perdido miserablemente la mañana. A la tarde por una razón o por otra tampoco es que haya aprovechado mucho el tiempo. ¿Será que empiezo a aburrirme? ¿Será que veo, noto e intuyo que se acercan los exámenes y el mismo miedo me paraliza el cerebro y parece que estoy en otra galaxia? Sea lo que sea hoy me sentía raro, una especie de ganas de no hacer nada me invadía el cuerpo de tal manera que ya podía llover, nevar, tronar o lo que fuera que yo impasible iba dejando escapar las horas como si no fuese conmigo. Mañana espero que eso no pase porque si no las cosas se pondrían feas. A veces, aunque no lo parezca, todos hemos tenido días como el de hoy pero después hemos sabido superar la papeleta y hemos salido triunfadores de los exámenes. No hay cosa peor en esta vida de no darnos cuenta en cada momento de lo que realmente necesitamos, lo que el cuerpo nos pide y lo que los demás y las circunstancias de la vida nos exigen...

Rueda, rueda que es lo tuyo...

Mientras el mundo avance, la rueda gire, el hombre siga tropezando con la misma piedra todos los días, (pobre piedra) la esperanza reinará sobre todo el universo. Puede parecer una frase de Nostradamus de esas que predecían el futuro con sus profecías, pero no, es lo más lógico que nos puede sueder. Si el mundo no se para, o sea que todos más o menos nos movemos, podemos estar seguros de que no nos caeremos al vacío; ni nos empujará la fuerza de la gravedad ni nos abducirá hacia el espacio exterior. El mundo y todo lo que éste representa debe caminar, adelante o atrás pero siempre moviéndose. No se podría concebir un mundo de piedras estáticas, de grandes muros de piedra uniformes y silenciosos. El pequeño llanto de un recién nacido hace mover al mundo, hace pensar que el alma del mundo se mueve. Que necesitamos movimiento para prosperar, que si no nos movemos no solucionaremos los problemas, sean de la índole que sean, que la crisis aguda que padecemos no se marchará hasta que el mundo se mueva hacia una misma dirección buscando soluciones positivas. Un mundo inmóvil es un mundo muerto; entonces no queda más remedio que meterlo en un baul y enterrarlo para siempre.

Cigarras, hormigas y hormigones.

Ahora toca estudiar. Estudiar un poco, estudiar un mucho, pero todo vale. Después de unos meses de andar con evaluciones continuas, en las que continuamente estás trabajando, un día sí, otro también te das cuenta de que todavía te queda la mitad de la tarea. Piensas que está muy bien eso de ahora trabajo para después no tener que hacerlo como hacia la hormiga de la fábula que acopiaba alimento en verano para tenerlo sin problemas en invierno. Pero la pobre hormiga no sabía que le saldría el tiro por la culata. Que se encontraría con algún muro de hormigón infranqueable que no le dejaría andar hasta pasado un tiempo en el que debería buscar la manera de salir del paso para conseguir más alimento y ganarle la partida a la cigarra que tranquilamente estaba esperando a que viniera la primavera y hacer entonces el esfuerzo final que le empujaría a no morirse de hambre. Hay que ver lo fácil que es compararnos con las cigarras y las hormigas. Antes valía la pena ser hormiga. Después de lo de Bolonia, ya no sé quien de los dos bichos vive mejor sobre todo cuando Bolonia no es Bolonia y te quedas en la mitad de los Pirineos...

El domingo abro un baul

Pues sí, hoy abro un baul, o mejor dicho ayer, pues a estas horas ya ha dejado de ser domingo hasta dentro de siete días aproximadamente. El baul que abro no es muy grande, es llevadero, es una mezcla de curiosidad, de misterio y de malicia. Todo en un mismo plato. Dentro hay unos deseos, deseos de que la vida sea un camino sin final, que el bosque que hay a sus lados me conforte y me dé sombra en el caminar bajo el sol ardiente, deseos de no ir en soledad, deseos de sentirme acompañado por la mujer que más quiero. Todo es un deseo. No alcanzo a ver el horizonte, no sé si me he perdido, no tengo guía, ni mapa, ni brújula; solo tengo el amor, eso no me falta, quizá un poco de esperanza como un rayito de luna. Quiero llegar a donde está ella, pero se desvanece, es como un espejismo.Ahora vislumbro una pequeña luz al fondo del tupido bosque. Esa luz se hace cada vez más difusa, la pierdo, no llego, por fin encuentro el final del camino, es el fondo del baul. Decido volverlo a cerrar. No quiero un baul como este, quiero que los deseos de vida plena se hagan realidad. Me quedan todavía baules por abrir...

Hoy puede ser un gran día

El sábado es un gran día. El óptimo para descansar un poco más que los demás, siempre que no te toque trabajar, ya sea a turnos o a lo que sea. Es bueno para recordar que ya han pasado cinco de días de gran actividad. Los despertadores no gritan. La habitación está en calma hasta que alguien con voz menuda te dice: aitxitxe ya es la hora; sí, mi nieta que los sábados tiene un horario distinto al de todo el mundo y claro, miras el reloj y dices, madre mía si solo son las ocho y media. Y así empieza el día. Luego es un día apto para hacer las compras matinales, el mejor día en este aspecto es el domingo porque gastas menos. La comida que se hace en familia, el resto de días de la semana cada uno come cuando quiere o a veces cuando puede. La siesta de la tarde también es un buen plan aunque no te permitan dormir más de dos horas. Todo para qué, para después a la noche estar preparado para la incursión nocturna y dar un repaso a todos los bares de la zona. En fin que estaba comentado esto cuando de golpe me he despertado, eran las siete de la mañana de un jueves y he pensado que eso del sábado era un sueño muy absurdo. Menuda nochecita más entretenida...

Pequeño paréntesis

Vienen días de descanso, con una mezcla agridulce de exámenes. Algunos hasta última hora estarán pensando si habrán tenido suerte o por el contrario tendrán que conformarse con la cruda realidad de un primaveral junio. Sea lo que sea ahora vienen unos días de pensar en lo que se nos avecina en el siguiente round. Aunque sí es verdad que las mentes están más distendidas y lo cuerpos más relajados, las tres semanitas de paréntesis o de kit kat como dirían algunos, están preparadas para despistar al personal. La trampa es que hay que estudiar igualmente para preparar con dignidad los últimos exámenes de la temporada invernal. Esperar a verlas venir cuando empiece el segundo cuatrimestre y no desanimarse para nada si ha quedado alguna para junio. Serán días de relax, de pensar manteniéndose activos, algunos sé por experiencia que el mantenerse activo es el pan de cada día y que ya lo tienen como norma. Yo les invito a que cada noche abran un baul y lo vayan llenando de los recuerdos y sensaciones de toda una jornada. Es un trabajo que enriquece. Yo os lo aseguro. Lo he probado.

Cuando llega la noche...

Esta noche abriré el primer baul. Iré metiendo los ratos de mal humor, mis aciertos, mis logros, mis horas de sueño, dejaré alguna porque tengo que dormir también. Mis idas y venidas de Bilbao a Bermeo, mis momentos de insatisfacción, mis dudas, mis viajes a ninguna parte, que son los más baratos, lo dulce de una canción a media luz. Todo debidamente bien puesto, bien clasificado, listo para la próxima vez que vuelva a abrirlo. Sabré exactamente que contiene, sabré qué puedo esperar encontrarme. Sólo dejaré fuera las ganas de vivir, de reir con los demás, un libro de office, un instrumento musical como la guitarra que tanto me gusta y me apasiona., un largo camino por delante, para llegar a la meta cada día. Un trozo de sobre sin remite, un querer y un poder. Quien sabe lo que tardaré en volver a abrir el baul. Quien sabe que voy a encontrar en él la próxima vez que lo abra. Un baul que pesa pero no ahoga, un baul que sabe que tarde o temprano volveré a recoger su contenido. El baul de la vida, el baul que enamora. Si alguien lee este artículo que cargue con sus baules que a mi bien me cuesta cargar con los mios...

Hemos entrado en 2009

No hace muchos días 2008 nos dijo adiós para siempre. Creo que todos queríamos que se acabara. Bien sea por la crisis que nos rodea, bien porque todos sabemos que el paso de los años es imparable y que después de uno viene otro y así sucesivamente. No nos paramos a pensar la cantidad de segundos que se pierden en un año. Si perderlos significa no recuperarlos jamás es que hemos perdido el tiempo miserablemente. Si cada año vamos recuperando unos cuantos hemos ganado en nosotros mismos, en calidad de vida, culturalmente, en saber contemplar un paisaje, en dedicarle tiempo al amigo, escucharle durante unos segundos. Decirle dulcemente a un buen amigo o amiga que le quieres anque solo sea por tres segundos. Ese tiempo que llevas ya ganado. Así cuando llegue 2010 habrás podido arrancarle tanto tiempo a este año tan reciente que siempre te servirá para tu vida personal, tu soledad, tus pensamientos, siempre podrás ahorrarlo y nunca te faltará cuando lo necesites...

Sé lo que he hecho este último verano

Pues sí, sé lo que hecho este último verano, muy tonto sería si no lo supiera. He estado en Valladolid , buena tierra donde las haya, y últimamente fresquísima. Parece que se van a quedar todos tiesos por ahí. En verano de todas formas, pasa lo contrario. Un calorcillo de casi 40 grados te deja por los suelos y lo que quieres es algo de fresco porque parece que te falta el aire. Lo mejor para tomar el aire, aire puro de verdad y no esos aires contaminados de las grandes urbes, es visitar el Campo Grande que así se le llama al pulmón de Valladolid, no es que esta ciudad sea muy contaminadora. Gracias a Dios solo contaminan las motos, los coches y los autobuses que para colmo son públicos. Volviendo al decir que es un parque no excesivamente grande pero sí lo suficiente como para respirar aire puro en sus más de cuarenta especies de árboles distintos y unos cuantos bancos que sirven de apoyo al caminante, al lector dominical. Es todo un paraje encantador y digno de recomendar...

Cada día te acostarás...

Es verdad lo que dicen... Nunca te acostarás sin saber una cosa más, nunca he entendido el saber y el acostarse que estén juntos y sean tan amigos. Es claro y evidente que cada día hay que acostarse a no ser que no puedas hacerlo por algo muy particular y por otra parte el saber una cosa más... Es también evidente que el saber ocupa lugar, cada vez menos con las nuevas tecnologías de discos, dvds y otros especímenes informáticos, pero en el fondo de las bibliotecas sabemos que existen y conviven toda clase de libros de materias muy dispares que forman un todo de sabiduría. Vale la pena pasar por esos recintos y aunque solo sea por ver el ambiente, tranquilo y sosegado, uno se da cuenta enseguida de que en la vida hay algo más que guerras, luchas, mentiras, engaños, crisis. Existe un mundo cultural donde nos podemos alimentar y contagiarnos al máximo. Esos virus no nos van a perjudicar nunca en la vida. Tal vez nos creen adicción...

A la luz de la luna..siempre que sale, claro

El día ha dejado de existir, el sol que en toda la mañana ha brillado por su ausencia parece ahora estirar sus últimos tímidos rayos y decir hasta mañana. Bosteza y se dice a sí mismo: buenas noches, hasta mañana que si me dejan me verán. No ha pasado ni media hora cuando una ténue y blanca silueta empieza a vislumbrarse en el horizonte. Dice que es la luna, pero ¿Es la luna en realidad? Es un OVNI, es un avión que enciende las luces porque es de noche. De golpe aparece la fiel imagen de su cara sonriente, y es que la luna sonríe, no nos quepa la menor duda, me acerco, miró al cielo estrellado y como una luz brillante aparece como por arte de magia. Todo su esplendor en cinco minutos. De pronto un nubarrón perdido surca el cielo y ¡zas!. La luna desaparece por momentos. ¿Dónde ha ido la luna? ¿Dónde ha ido mi luna, mi farol de la noche?. Después de meditar unos momentos... ring ring ring, el despertador que suena y rompe tímpanos. Huy pero si es la hora, hora de volver a pensar en lo mundano...

A modo de introducción...

Hoy empiezo mi primer blog, la tecnología me da esta oportunidad para plasmar mis pensamientos, mis críticas, mis logros, mis... todo lo que pueda caber en el baul que cada vez que se abra se irán cogiendo despacito, muy despacito fragmentos de historias, pensamientos y quien sabe si entre todos llenamos el baul o los baules de todo lo que nos gusta y porque no también de lo que nos disgusta para saber elegir entre lo bueno, lo menos bueno, lo malo y lo peor. El baul todavía está sin abrir. Cuesta mucho abrir un baul depués de tenerlo muchos años entre periódicos viejos, en un trastero, entre otras maletas. Cuesta ver en su interior, es macizo, hay que abrirlo para asegurarse de que su contenido sigue allí desde la última vez que lo abrimos. ¿Qué esperamos encontrar en él?. ¿Qué necesitamos encontrar en él? Acaso un poema, acaso una carta de una antigua amistad. Todo en este baul, todo en este blog tiene cabida. Todo lo que nos haga soñar, reir, admirarnos, y porque no también si es necesario llorar, para que cuando cerremos ese baul pese tanto que tengamos que volverlo a abrir y así cada vez, abrir y cerrar hasta que su peso ideal nos permita depositarlo entre los recuerdos más preciados.