Poderoso caballero, con la iglesia hemos topado

No importa nada que el título no rime. Tampoco la vergüenza rima con iglesia, porque en el diccionario eclesiástico-religioso- de la ni se sabe qué vicaría, que más bien parece que estamos en la época romana y nos hablan de campamentos y circunscripciones, no existe tal palabra. La habrán perdido por ahí o es que nunca han sabido lo que es eso, ni creo que les suene. En este pueblo, marinero donde les haya, hay más peces que vergüenza. Hay ciertas familias que lo están pasando mal debido a la negligencia intencionada de la nunca mejor Santa Iglesia Católica Romana, y ahora Románico-Germana. Hemos vuelto al Imperio Sacro romano- Germánico, y así nos va. También los servicios sociales de este país se lucen de lo lindo y si encima tenemos dinero de por medio la cosa ya es mucho más imperdonable pues parece que las instituciones una detrás de otra se untan más que un bocata de la Piara. En fin que creo que estos casos deberían ser denunciables ante lo poco que queda sin untar en este pueblo y en este país, pero no vale la pena porque las paredes y las piedras no nos sirven como bocatas y la separación intencionada de familiares por parte de odios incomprendidos y trasnochados no creo yo que suavice las conciencias pero si parece ser que las lava y sino ya tenemos al gran jefe sioux que nos proporciona agua y jabón para lo que haga falta. Por favor iglesia, no hagáis como los de los mercadillos de ropa que pretenden estafarnos con sus precios de rebajas. Gracias...

Hoy duermo más que ayer pero menos que mañana.

El cambio de las horas, ahora adelante, ahora atrás es realmente una pesadilla. Cuando ya llevas tiempo más o menos estabilizado, te toca ir para atrás o para adelante según se tercie. El colmo de todo eso y es precisamente lo incomprensible como los ordenadores lo tienen mucho más claro que los humanos. Hay que ver que el día que toca ir una hora más, o una hora menos, el ordenador, dale que te pego, a ponerse en la hora que le tiene asignada cada circunstancia y evidente es que no falla nunca. Claro, llega un día que petan porque se vuelven locos. Nunca saben que hacer si para adelante o para atrás. Es que entre todos les liamos de mala manera. Así cualquiera puede pensar que el ser ordenador es quien lo tiene más fácil. Pues no, siempre recibiendo órdenes y lo que es más curioso, siempre cumpliéndolas. no es de extrañar que con el tiempo se vuelvan tontos y ya no tengan ni ganas de salir de casa. Los portátiles lo tienen peor porque estos además también tienen que salir de casa. Todo un mundo de locos...

En la flor de la vida...

52 años dan para mucho. Es más de media vida; es haber visto evolucionar la sociedad sin darse cuenta de lo rápido que ésta iba. Es volver atrás la mirada y darse cuenta del camino andado. Es dar gracias a la vida porque me ha dado más que tanto. Me ha dado la posibilidad de nacer en una buena familia, de sentirme querido; me ha dado la posibilidad de vivir y educarme en un buen centro. Me ha dado la posibilidad de tener amigos. Me ha dado la música. Me ha dado lo mejor de mi vida, el poder estar junto a la persona amada. me ha dado unos hijos, una nieta, me ha dado alegrías, penas, desasosiego, la posibilidad de vivir la vida junto a personas que me aprecian. Me ha dado el afán de superación; el poder adquirir unos conocimientos especiales haciendo una carrera que me gusta. El sonreír, llorar, ignorar, amar, volver a pensar que todo vale la pena. Sobre todo el darme cuenta de que 52 años son el principio de mi segunda mitad de la vida. Quiero sentirme como un niño que empieza a vivir esa vida. Con mirada espectante pero dulce. Con los oídos y los ojos bien abiertos a lo que el mundo tiene de bueno. A la mirada crítica pero indulgente. el saber que tengo gente, amigos, personas que me quieren y así siempre se puede vivir una segunda vida...

He perdido...

Se me ha perdido algo en una noche oscura, no encuentro luz blanca ni resplandor de rayo en noche de tormenta. ¿Cómo puedo encontrar lo que he perdido? Es posible que se me haya caído del bolsillo de la chaqueta mientras deambulaba por el bosque. Cuando no paras de andar a veces no te das cuenta de que has perdido algo hasta que ves que no está en ninguna parte y entonces empiezas a sospechar que se ha ido, lo has perdido o lo has tirado. Da mucha rabia pensar que lo tenías y que ya no esté, da rabia pensar si es que había algún agujero en el bolsillo de la chaqueta o del pantalón, o a saber de qué cosa se ha podido escapar. Siento cierto temor a no recuperarlo pues es único en su especie. Yo no puedo hacer como Silvio cuando pierde su unicornio azul, él puede poner un cartel de quien encuentre su unicornio. Yo no puedo hacer eso, es demasiado valioso e importante para que otras personas puedan encontrarlo. Por fin lo he visto en una esquina, he recuperado lo que buscaba, por fin he recuperado mi autoestima...

Mañana será otro día

Mañana será otro día, es la gran evidencia de todas las noches. Después de todo, quien puede asegurar que así no sea. La continuidad del día y de la noche están dispuestas en este mundo, un mundo que vive todas sus horas desesperadamente y que necesita también unas horas de descanso, de relax, de traquilidad, para pensar, para olvidarse de una jornada dura, para compartir con su familia, sus amigos, su pareja, o en la triste soledad, que a veces a todos nos viene bien el acordarnos de nosotros mismos y saber que es lo que hacemos con nuestra propia vida o con nuestra propia existencia. Ay, de este mundo si esa continuidad, antes expuesta, dejara de existir. Eso significaría que no hemos dejado de trabajar ó estudiar, que no hemos parado para hacer un "kit kat", que no hemos reflexionado, que nuestro futuro no es importante porque solo vivimos el presente pensando en lo que hubiera podido ser el pasado. Siempre hay que detenerse y pensar que el futuro está donde debe de estar y que alcanzarlo no nos sirve porque entonces se nos convierte otra vez en presente. Vivamos cada época del modo más necesario para que nuestra existencia sea lo más feliz y positiva posible.

El puente de los cuatro ojos...

Esa noche había salido a pasear por el bosque. A lo lejos se divisaba un puente de cuatro ojos. El resplandor que surgía de ellos era muy penetrante. En la misma oscuridad destacaban sus dibujos de sus paredes laterales. De pronto una voz tenue y susurrante parecía querer decirme: ¿Qué haces ahí?. Así como quien no quiere la cosa, despisté e hice como quien no oía nada. Seguí caminando unos metros y noté como las piedras pesadas del puente se resquebrajaban y se montaban unas encima de las otras. Todo un efecto de Spielberg si no hubiera sido que me estaba dando la impresión de que el puente empezaba a moverse y a caminar unos metros en la dirección en la que yo estaba. Será que estoy soñando, pensé, cómo es posible que un puente romano de cuatro ojos de ni se sabe cuántas toneladas, pudiera empezar a andar. De golpe giré a la izquierda y por el mismo camino noté que un objeto extraño se colocaba entre mi y el puente que venía detrás. Empecé a temblar, no quería que me aplastaran entre las dos cosas y de golpe abrí los ojos y noté que lo que tenía delante era el despertador y levantándome miré el reloj y el calendario. Justo detrás de ese día que empezaba venía un puente de cuatro días. Casualidades de la vida...

La magia del 20

¿Es el 20 un número mágico?; para muchos no lo será. Posiblemente solo les suene de 4 por 5 o 10 más 10, o alguna otra combinación posible. Para mí el 20 es más que una combinación de cifras, números o dígitos. Es un día mágico. Todo en esta vida tiene su explicación y esa es: Mi esposa Isa y el aquí presente que suscribe, se conocieron un 20 de julio de 1980, y veinte meses después, el 20 de marzo de 1982, se casaron. Por eso el día 20 es para nosotros un día especial, y concretamente, el de hoy y el de julio los que más se celebran. Que tendrá de raro que cada mes celebremos el día veinte como si fuera especial. Nuestra vida siempre ha girado en torno a los veintes, y así lo hemos ido celebrando, mes tras mes, año tras año, hasta llegar a tal fecha como hoy en el que cumplimos 27 años de convivencia feliz. Con problemas, entre luces y sombras, han pasado nuestros años de felicidad, pero siempre la luz volvía a su sitio y nos dejaba el buen sabor de la felicidad y el de saber que las cosas estaban bien hechas. Después de estos años, nuestros hijos han crecido, se han hecho a si mismos, una nieta ha inundado nuestra convivencia con más felicidad. Solo la enfermedad, el dolor de la muerte de los seres más queridos ha enturbiado nuestra felicidad pero también ha hecho el amor más fuerte porque sabemos que juntos venceremos todos los obstáculos y la oscuridad...

Giros de 90 º...

Una vez en la vida quise girar a la izquierda cuando el camino me indicaba que lo hiciera a la derecha. Lo bien que estaba yo haciendo lo contrario de lo que se me proponía, contento de ver como todos los demás, como borregos, giraban a la derecha, y encima no protestaban. Tampoco sabía donde iban. Desde mi izquierda me iba fijando como desde el mayor hasta el más chico iban girando a la derecha sin darle la más mínima importancia. Es el pueblo que quiere estar bien avenido con su Rey, le quiere hacer la pelota todo lo que puede, pensé; desde mi izquierda lo miro, doy un paso adelante, otro atrás, veo lentamente a mi pueblo caer en la injusticia, el desánimo, el aprovecharse de las autoridades de la derecha sobre un pueblo indefenso e incapaz de reaccionar por el mismo, incapaz de dar el giro decisivo para no ser el cordero silencioso al que tanto le importa una cosa como otra, o ninguna normalmente. Durante unos instantes tuve la sensación de sentirme cansado, vencido con ganas de girar a la derecha. Una fuerza misteriosa me inclinaba a hacerlo, no podía resistirme, en eso, sin darme cuenta giré a la derecha, estaba claro, cuando uno tiene el despertador a la derecha y tiene que girarse para pararlo...

Volando voy, soñando vengo...

Viaje a las Américas podría ser el nuevo best-seller de este 2009. En la historia se cuentan las aventuras de una pareja de mediana edad que tiene que ir a un país americano y les pasa de casi todo. Acaban embarcados en un ferry pues los aviones desaparecen en una tormenta en una de las cumbres más emblemáticas de los Andes. Sea como sea, la obra tiene gancho y ya se han vendido más de 10.000 ejemplares. Los estadounidenses los compran como churros, a ellos les encantan las peripecias de esa pareja que no para de tener percances, uno tras otro, parece que hasta a los mismos españoles les encanta que ocurra esto y hasta en los foros de la red se discute cual será el próximo suceso de la famosa pareja. Es como si el mundo se hubiera vuelto loco. Es como si nos hubiéramos encontrado juntos en nuestro avión a Lima. Todo por no poner el despertador un poquito antes. Si así hubiera sido no nos hubiéramos preocupado tanto por el gato o por el perro de esa famosa pareja al bajar las escalerillas del avión. De golpe ha sonado un metalizado estruendo y no era más que el despertador a las seis de la mañana. Que nochecita más movida Señor. Yo ya pensaba que todo estaba pasando de verdad...

Decisiones, disyuntivas e incertidumbre...

Las decisiones que se toman en la vida forman parte de nuestro bagaje, forman parte de nuestro yo interior,. Es fundamental no equivocarnos al tomarlas pues normalmente suponen el desastre o la victoria. No acepta mediocridades, no tiene color gris, o blanco o negro. A veces, dudar es lo menos aconsejable pues las dudas comportan malas decisiones y la experiencia nos dice que una de cada tres decisiones tomadas es dudosa y comporta el que no acabe de contentar a quien la ha tomado ni a los de su alrededor que lo ven como un futuro más incierto al haberse decantado por tal o cual acción. Todos debemos ser firmes en nuestras convicciones sabiendo que tomando la decisión equivocada nos perjudicamos a nosotros mismos y quien sabe si de paso, a los demás. El paso del tiempo nos dice a veces si lo que hemos decidido es o no, lo correcto. No nos engañemos... Decidir no es fácil, vivir nuestras propias decisiones, tampoco. Uno tiene que estar muy convencido de lo que decide. Las disyuntivas hacen perder los nervios, la paciencia y muchas veces, las amistades y todo lo demás...

Efectos metereológicos

Nubes de algodón, lluvia de plata, copos de avena blanca, todo esto para decir que el tiempo va a cambiar, que una borrasca de gran profundidad está situada en el Atlántico para hacernos la puñeta un poco más. La meteorología es un misterio, nunca se sabe por donde van a salir los tiros, si va a llover en Antequera o va a nevar en Viladecavalls, esto por poner un ejemplo, y es que las altas presiones son tan altas que muchas veces he llegado a pensar si venían de las altas esferas, y las bajas presiones que nos llenan de mal tiempo también deben de ser de alguien que nos quiere mal y por eso las gotas de lluvia podrían asemejarse a las lágrimas de dolor o tristeza de la gente cuando está angustiada porque las cosas no funcionan. La nieve, sin embargo, tiene más pinta de confeti festivo e igual sirve para que todos estemos más alegres y risueños. También aquí las nubes juegan un papel importante, podrían ser, como no, los apósitos o gasas de algodón que curan las heridas, las grandes heridas del alma, esas, esas no se curan con efectos meteorológicos, o sí...

Colores colorados...

La mayoría de los días del año están en negro. Los festivos están en rojo. A veces cuando necesitamos tener claro un día determinado lo subrayamos de verde. Cuando un texto lo queremos recalcar lo ponemos en amarillo fosforito. Tenemos una amalgama y variedad de colores de los que usamos solo un 10 %. ¿Por qué los lilas, beiges, grises, azules marinos y otros como granates, sepias, canelas, aguamarinas, manzana, pistacho y caca de oca, no los usamos también con frecuencia? Se nos predetermina un color de algo y lo tenemos en mente, lo analizamos y si nos gusta nos quedamos con él, pero siempre usamos colores muy básicos, igual es porque somos básicos y necesitamos colores que vayan con nuestra manera de ser. Igual porque algunos de nosotros, normalmente una gran mayoría, no ha aprendido todavía a conjuntar colores, les es igual poner un granate junto a un marrón o un beige y un gris y esperan a ver si hablan, y dicen sácame de aquí que con éste no me ajunto. La simple hoja de papel para escribir es blanca. ¿Alguien ha pensado alguna vez porque esa simple hoja para escribir es blanca? ¿Podría alguien escribir bien sobre un papel azulado? Igual sale algún Einstein y nos demuestra que si...

A veces lo olvidamos...

La vida que nos ha tocado vivir es única, algunos pensarían que en situaciones complicadas y difíciles tirar la toalla fuera lo más conveniente. Creo que en nuestro baúl diario está la respuesta, todo lo bueno que guardamos en él es lo que nos sirve para seguir adelante y no desfallecer en el camino. Paciencia, es, creo yo, una de las virtudes de nuestro baúl que más nos ayudan y ayudarán a solventar problemas y soluciones difíciles. Esperanza y creer en la bondad de los demás aunque estos no lo sean precisamente. Otra de las cosas de nuestro baúl es el saber ponerse en el lugar del otro, cosa que cada día se está poniendo más difícil, pues sin querer a veces nos autojustificamos y pensamos que ya lo hacemos todo bien, que para qué, otros nos tienen que dar lecciones. Otra cosa que debemos recoger del baúl son las ganas de vivir, ganas de vivir porque la vida tiene motivos suficientes para vivirla, nunca debemos cansarnos de darle gracias a la vida. Tanto tiempo pensando en estas cosas, tantas que encierra el baúl y una de ellas, quizá la más importante es poder decirle a la vida como se lo decía Violeta Parra: "Gracias a la vida, que me ha dado tanto". Tanto que a veces lo olvidamos...

Nunca llueve a gusto de todos...

La sirenita tenía un amigo que era un pez y otro que era un cangrejo ermitaño. Claro que con el tiempo nadie sabía si era un cangrejo o una langosta. Y el cangrejo, que parecía muy sabio le decía a la sirenita que no se dejara engañar. La sirenita, la pobre, estaba hecha un lío, por una parte aquel humano tan apolíneo, por otra parte si se quedaba afónica por el resto de sus días y encima solo le faltaba el muy tritón de su padre, que no la dejaba ni a sol ni a sombra, bueno sol, lo que se dice sol, no es que tuvieran mucho por aquellas profundidades pero el caso es que la sirenita estaba decidida a compartir su vida con aquel humano. Quien más, quien menos sabe como termina la historia porque nos la han colado hasta en la sopa y aunque finalmente el amor triunfa como en todos los disneyfilms y los malos dejan de serlo porque desaparecen entre tinieblas, profundidades o rocas, el cuento deja un poco de sabor agridulce porque que será ahora del tritoncito que le gustaba a la sirenita, o del pez, o del cangrejo, o, o, o,. nunca llueve a gusto de todos...

Música, música

La música es una de mis grandes pasiones. Realmente es muy importante para mí. Oigo música de todo tipo. Alguna me llena más que otra, quizá porque hay alguna que no entiendo lo suficiente y me cuesta más encontrarle el puntillo necesario, eso que yo le llamo el gusanillo musical porque cuando lo has oído alguna vez tienes ganas de volverlo a oír y realmente es así. En general suelo escuchar mucha música clásica; es la que más me atrae, pero también, con el tiempo he descubierto otra clase de música que por su sonoridad, su delicadeza, es un conjunto de notas bien entrelazadas y esto es lo que la hace grande. Me refiero a la mayoría de la música new age que afortunadamente, la hay y muy buena, desde Enya, pasando por Enigma, Nyman, Vangelis, Oldfied, Jarre, y un largo etcétera que hace que la música vibre como nunca. También la música de algunos cantautores, los catalanes en general, y Lluis Llach en particular; otros en lengua castellana, francesa y otros como Leonard Cohen que yo creo que entre todos forman una amalgama de sonidos suaves y profundos. La música hay que vivirla. No podemos dejar que fluya sola; hay que degustarla como si de un gran manjar se tratara, sabemos que si algún día desapareciese la música, desaparecería la naturaleza, el ser humano y todo lo que le rodea. Sería la desolación y el silencio infinito...

Vuelven los exámenes, precaución...

Quien conduce y quien no también, sabe que hay ciertas señales de tráfico que denotan precaución. Pues bien, esta semana y ante la llegada de los exámenes, también llamados controles, la precaución y la alerta se está poniendo al rojo vivo, ya no sé que color ponerle a la alerta, hoy en día hay colores para todo tipo y clase de alerta, unos mas fuertes y otros más cálidos pero en el fondo toda una amalgama de colores que resulta ser más vistosa que el mismo arco iris. Pues sí, los dichosos exámenes vuelven a amenazarnos con turbarnos la paz que todos necesitamos para llevarlo todo bien, y es que ya se sabe que son cosas que siempre llegan cuando a uno menos le conviene y claro, si uno viene preparado de antes, todo se resuelve con normalidad y nos marcamos un gol en esa asignatura; pero ay de quien no viene preparado o quien cojea demasiado en ciertos aspectos básicos de la historia. De que le valen si las bolas están abiertas o no, o el multiplicador más bien divide, o la desviación es más atípica de lo que uno podría sospechar. Ante todo eso yo solo conozco tres remedios, estudiar, rezar y comerse un buen plato de espaguetis a la boloñesa, que de eso sí vamos sobrados...

Erase una vez...

Erase una vez un baúl repleto de historias, historias que contaban nuestros ancestros, historias de miedo, historias de amor, de comedias de humor y de terror, ciencia ficción y suspense. Todo un reparto de historias para todos los gustos. Lo que uno u otro quiere oír, lo que todo el mundo quiere escuchar. Así son los contadores de historias, esos que por las plazas de los pueblos y ahora incluso en la red nos deleitaban a todos, chicos y grandes, en las largas tardes de invierno, con sus relatos que a veces llegaban a poner la piel de gallina al más tranquilo del lugar. Esas historias han pasado de boca en boca hasta nuestros días y hoy en día todavía quedan, no muchos y menos de los que nos gustaría, los famosos cuenta cuentos que continúan ejerciendo su labor en las plazas de los pueblos o en recintos tapados por si llueve. Ahora también han surgido en su versión en euskera que han hecho que niños y niñas del País Vasco disfruten mientras escuchan historias de sus personajes favoritos o quien sabe si de algún personaje de los alrededores que nunca está de más que se les conozca. Y más tarde abro el baúl y allí las tengo, todas las historias del mundo concentradas dentro de una caja. Todo un espectáculo...

Cuentos Orientales

Quién no ha oído hablar del famoso cuento oriental, donde los haya, "Alí Babá y los cuarenta ladrones" que muy bien podría transportarse con la alfombra mágica de Aladino a nuestros días y en su versión más moderna y surrealista: "Quemala Baba y los cuarenta ministros" en los que lo oriental se vuelve occidental con unas pinceladas de globalización y centralismo. Para qué la princesa Sherezadde necesitaba mil y una noches si para hacer lo que hacía con una le hubiera bastado. Eso que se lo digan al "Athleti" que ese sí que ha necesitado tiempo para llegar a una final copera. Y Aladino que se fiaba de todo el mundo y así le fue, mal al principio pero parece ser que al final mejor, según Disney, el que todo lo amaña, y bastante peor según rezan las literaturas del siglo IX. Parece que fue transportado con una alfombra mágica y llegó a nuestros días justo a Bagdad cuando un energúmeno se divertía de lo lindo tirando bombitas a la ciudad. En fin, que ni el pobre Simbad ha tenido suerte, el pobre que estuvo a punto de que se le comiera una ballena también viajó a nuestros días y quedó horrorizado; ya no le podría tragar jamás una ballena. El hombre las había matado todas y la especie se había extinguido. Vivir para ver...

Entre la política y el espectáculo...

Los que nos consideramos ciudadanos de a pié, aunque andemos poco, sabemos que después de unos comicios, la gente está encandilada con sus cotilleos y sus especulaciones. Quien más, quien menos, especula con quien se harán los pactos para una mejor gobernabilidad, y todo eso, que realmente, solo les importa a la prensa especializada y a los que saben que según quien salga lehendakari, mejor hacer las maletas e irse a Perpiñán. Después de lo apretados que han sido esos resultados, creo que hasta yo, si pacto con el vecino de arriba, podría ser lehendakari. En fin, todo un mundo de entresijos politiqueros que lo que realmente le interesa al ciudadano que es que le resuelvan sus problemas, está todavía por ver. En estos días también un gran espectáculo deportivo ha elevado los corazones de los Bilbaínos y otros de las zonas y pueblos de Bizkaia; el triunfo futbolístico del Athletic que mucho tendrá que pelear todavía si quiere ganar la copa el próximo mes de mayo ante un Barça que tiene últimamente altibajos pero que a la hora de la verdad tiene un equipo de gran calidad que lo demuestra cuando debe de hacerlo y esto es lo que importa realmente..

Tiempo al tiempo

Mi tiempo, tu tiempo, el tiempo en general es una cosa tan abstracta que a unos se les escapa volando y a otros les gustaría en ocasiones que les pasara mucho más rápido. También les hay que lo pierden, lo dejan por ahí, como un triste paraguas, y luego no saben que han hecho con él. El tiempo más irreal es el que mide el ordenador cuando descarga algo, los segundos pasan mucho más rápidos o más lentos, según se mire, que los segundos reales. Todo gira alrededor del tiempo. Nos marca las horas que más bien sirven para que pasen lo más deprisa posible en la mayoría de los casos. Otras veces cuando hemos ido a la montaña y contemplamos un paisaje maravilloso no queremos que el tiempo pase. Queremos tomarnos las cosa con mucha tranquilidad y optamos por dejar pasar los minutos que se nos hacen eternos de tranquilos. A veces nos roban el tiempo, sobre todo si te han birlado el reloj, claro que eso pasa por llevar un rolex que después resulta ser un trolex de todo a 100 o de todo a chino que también les hay. El tiempo es lo que nosotros queramos que sea, un momento de paz, unas horas de felicidad o una eterna y feliz primavera llena de flores y nosotros claro, en medio como el jueves, que por cierto al ser un día de la semana también tiene que ver con el tiempo...