¿Hasta cuándo Señor el mundo girará de acuerdo con sus ideales? o más bien sus puntos cardinales. Hemos perdido el norte, siempre nos habían dicho que el norte era un punto cardinal, nada que ver con la Iglesia, claro, y que el sol salía por el este, pero claro tampoco sabíamos si era este, ese, o aquel. Entre Benedetti y Serrat se han encargado de decirnos que el sur también existe, debe ser como Teruel, más o menos. El sol se esconde por el oeste, ¿es que verdaderamente juega al escondite con nosotros?. Los puntos cardinales han dado lugar a más puntos, como sureste, nordeste, etc, y estos han formado la rosa de los vientos, que no es de Chillida como el Peine sino que tiene una forma muy curiosa como de puntas que se unen unas con otras y así nunca sabes a que punta pertenece cada punto cardinal. Lo único interesante es cuando subes a una montaña de esas que tiene rosa de los vientos y te va indicando por donde o hacia qué dirección está cada pico que siempre están al fondo de todo y te lo tapa la niebla. Para todo esto lo mejor es comprarse una brújula que es como una viéjula montada en una escóbula y a seguir la flecha que así está el país de perdido...
No hay comentarios:
Publicar un comentario