
Es muy cierto que nos complicamos la existencia, y cuando no nos la complicamos nosotros nos la complican desde fuera. Es verdad que hoy en día hacemos como el hombre aquel que tropezaba con la famosa piedra. Creo que hasta en la piedra había una señal ya de tanto tropezar en ella. Y es que en cosas somos realmente obtusos. Queremos hacer cosas que sabemos que no nos salen nunca bien y vamos y ploff a hacerlo y claro como tenemos esa buena pata que alguien nos dio, pues tropezamos con la famosa piedra porque las cosas cuando es la quinta vez que pasan y uno erre que erre es casi ser masoquista; sobre todo cuando sabes que la piedra está ahí y te está diciendo "písame, písame. Y naturalmente la pisamos y nos la pegamos. Eso nos pasa a casi todos porque no acabamos de aprender la lección. Pensamos y suponemos que nos podemos conformar con girar alrededor de la piedra y seguir camino. Creo que es necesario saltar la piedra con toda limpieza y con maestría porque para tropezar ya tenemos a nuestros políticos que casi , a diario se la pegan y mucho... y no será porque no sepan rodearla.
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